El reporte preliminar de la tragedia de Hidalgo es de 79 fallecimientos y 81 personas heridas. La misma sucedió tras el incendio de un ducto de combustible que era saqueado por cientos de personas en México.

No es desestimable el hecho de ocurriera esta tragedia en momentos en que el gobierno lidera una estrategia nacional para combatir este delito.

A pesar de ello, sobre los hechos ocurridos, el Presidente López Obrador afirmó que la prioridad es la atención a las víctimas: “Salvar vidas es lo más necesario en estos momentos, a eso nos hemos dedicado”

Ante el inmenso dolor que significa la tragedia para las familias de las víctimas y la razonable necesidad de encontrar responsables, el presidente señaló:

“Muchas veces lo que queremos es saber quién es el culpable y nada más pensamos en personas. Desde luego que son responsables directos, culpables, pero no vemos lo que significa la adopción de políticas para beneficio de minorías que han empobrecido a la gente. Durante mucho tiempo se le dejó sin oportunidades de bienestar.”

El mandatario manifestó que en esta primera fase se trabaja de manera prioritaria en la atención a los afectados directos, contando con el respaldo institucional: “Las víctimas y sus familiares van a tener todo nuestro apoyo porque es muy doloroso. Estamos hablando de pérdidas de hijos, de esposos; quedan viudas, quedan huérfanos y es gente muy pobre. Esa es la desdicha de esto, es la gente más pobre.”

“Duele mucho que fallecidos, que heridos, sean jóvenes”, declaró López Obrador en su primera conferencia.

Por otro lado, el presidente explicó que los ductos intervenidos tienen más de tres décadas de uso y el Gobierno está trabajando en la implementación a mediano plazo de tecnología de blindaje contra robo: “La mayor parte de los ductos tienen más de 30 años y en las últimas tres décadas, prácticamente no se construyeron nuevos ductos para gasolinas, para diésel, a pesar de que creció la demanda.”

El ducto donde se dio la desgracia es de los años 70, el que transporta combustible de Tuxpan a Azcapotzalco es de 1974; y el de Salamanca a León es de 1952. Los mismos, se encuentran además, remendados, parchados por estas perforaciones que se suelen hacer para las tomas clandestinas.

“Hay que reforzarlos, ya se está analizando la posibilidad de fortalecerlos con una tecnología que se está probando del Instituto Mexicano del Petróleo; una nueva tecnología para que resistan las agresiones, para que, si se pincha, no se pueda tener éxito y que no sea fácil de poner esa válvula que permite tener esta toma clandestina y extraer combustible.”, señaló el presidente mexicano.

El mandatario afirmó que, a la par de las atenciones primarias, se fincarán las responsabilidades de ley, privilegiando un trato digno a las víctimas y sus familias, al mismo tiempo que se mantiene la política de tolerancia cero a cualquier acto de corrupción.

Asimismo, la PGJE de Hidalgo será responsable de la identificación de los restos humanos hallados en el lugar de la tragedia,  mientras que el MP conduce la elaboración de las primeras hipótesis de lo que ocurrió en el momento del siniestro.

Para esta etapa investigativa se formó un equipo de 60 peritos, 80 agentes de la Policía de Investigación y 25 agentes del Ministerio Público, más fiscales especializados y funcionarios de la PGJE, quienes siguen trabajando en el lugar del siniestro.

También se encuentran en el lugar 4 grupos de 8 peritos cada uno en materias de criminalística, antropología, genética, topografía y química para que se pudiera dar cobertura a toda el área del siniestro.

Fuente: Presidencia de México

 

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