Es una realidad que nuestra sociedad está totalmente inmersa en la digitalización, y los clientes demandan cada vez más inmediatez y facilidad en cualquier gestión. Por eso, es tan importante que el sector legal no se quede atrás y vea en esta nueva situación una oportunidad, que busque soluciones adaptadas a los nuevos tiempos que vive la profesión y a los requerimientos cada vez más exigentes del mercado.

Es, precisamente, en esta búsqueda de soluciones, dónde nace la Legatech o tecnología legal según Legaltechies.

legaltech - diario juridicoImagen: Jorge Morell, fundador de Legaltechies

Sobre legaltech e innovación en el sector legal hablamos con Jorge Morell, uno de los pioneros de la legaltech en nuestro país y fundador de Legaltechies, una de las primeras consultoras nacionales especializadas en el estudio e implementación de Legaltech, y Términos y Condiciones, despacho especializado en Derecho de Nuevas Tecnologías. 

¿Cómo surge la idea de Legaltechies?

La idea de Legaltechies nace dentro del laboratorio de Términos y condiciones, como un área de I+D+I (investigación, desarrollo e innovación) donde explorar diferentes materias. Entre estas, en julio de 2016 empezamos con la tendencia legaltech y fue cuando lanzamos el primer mapa de la legaltech española.

El año siguiente, en mayo de 2017, organizamos el 1er Congreso legaltech en España junto con el equipo de eventos jurídicos; la intención era reunir en un evento a la mayor parte de la comunidad legaltech española. Durante el congreso pudimos constatar que era un tendencia al alza y que había mercado en nuestro país.

En agosto de 2017 lanzamos Legaltechies, nuestra segunda línea de trabajo enfocada en ofrecer servicios de consultoría en tecnología legal aplicada a despachos de abogados, departamentos jurídicos, colegios de abogados y universidades de derecho.

¿Qué tipo de servicios ofrecéis desde Legaltechies a los despachos profesionales y firmas de servicios legales?

La sección de servicios la abrimos en enero de 2018, tras unos meses de intenso trabajo de investigación en materia de legaltech, tanto en nuestro país como en otros.

Los servicios que ofrecemos desde Legaltechies a despachos profesionales y departamentos jurídicos se basan en una primera parte de estudio e investigación de mercado, seguida de unas recomendaciones de tecnología aplicadas a aquellos procesos del despacho o firma que lo requieran y la última parte, sería la implementación.

Además de estos servicios, también ofrecemos charlas, talleres o eventos relacionados con legaltech para departamentos jurídicos y despachos.

¿Cuál es la situación actual de la legaltech en España?

Ahora acabamos de lanzar el mapa de junio y tenemos 124 proyectos detectados en España, lo que situaría a nuestro país en una posición razonablemente buena.

El problema en España, si la comparas con otros países más avanzados en materia de legaltech como Estados Unidos, Reino Unido, China e incluso Australia es que hay mucha legal, pero poca tech. Es decir, estos países han desarrollado herramientas más avanzadas a nivel de analítica de datos, herramientas enfocadas al aprendizaje automático y a extraer tendencias o patrones. Aquí, también tenemos algunas herramientas en esta línea como vLex Analytics o Jurimetría, que empiezan a trabajar la parte más avanzada, más tech.

Otro tema es la inversión, en algunos de estos países, destacando Reino Unido por proximidad, la inversión tanto pública como privada en legaltech es mucho mayor. En España, el sector legal tiene que ver interesante la inversión en legaltech, pero también otras instituciones más allá de este.

legaltech - diario juridicoImagen: Los gráficos de la legaltech española, junio 2018 (Legaltechies)

Los abogados son, tradicionalmente, algo reacios a los cambios…

Si que es verdad que cuesta un poco más, pero también he de decir que la mayor parte de los despachos de abogados ya están en fase exploratoria. Es decir, ven que algo se está moviendo y se interesan en confirmar cuestiones o resolver dudas. También es verdad que la mayoría de despachos que se interesan son boutiques legales, grandes firmas y algún despacho mediano.

En relación a esto, la semana pasada salió un informe en el que se decía que el 79% de los socios de despachos en EEUU de más de 100 abogados eran reacios a los cambios que se sugerían en materia de tecnología. El rechazo al cambio es importante, pero quizá un poco más en este sector.

Un despacho tradicional que quiera digitalizarse, ¿por dónde empieza?

El primer paso es detectar los pain points o puntos donde tienen más dificultades. Por ejemplo: a nivel de facturación, generando plantillas de contratos, soluciones sencillas para tener la documentación reunida de manera que puedan acceder a ella desde cualquier lugar,… Una vez detectado el punto o los puntos donde el despacho es más vulnerable, se trata de ver cómo se está generando esa necesidad para buscar una solución, la última parte es donde interviene la tecnología.

El punto más común para empezar a transformar digitalmente un despacho es la gestión de expedientes y la gestión de documentación. Después, muchas de las herramientas son un poco más avanzadas: te ayudan a hacer plantillas, a analizar alguna cuestión concreta de algún contrato…

Haciendo un ejercicio de futurología, ¿cómo ves el sector legal de aquí a 10-15 años?

Hay dos versiones: una apocalíptica y otra más razonable. Si que es verdad, que si tiras de datos -que tampoco hay demasiados y la mayoría centrados en el Reino Unido- sobre el impacto de la automatización en los despachos a 15-20 años, la gran mayoría son un poco apocalípticos. En general, coinciden en que entre el 20 y el 40% del sector legal británico puede desaparecer en 15 – 25 años por el impacto de la automatización.

Personalmente, no sé si llegaremos a esa situación, lo que sí que creo es que hay una parte del sector que va a desaparecer y otra que va a tener que transformarse porque cada vez van a haber más servicios legales no prestados exclusivamente por abogados.

Pongamos un ejemplo: tienes un problema con el retraso de un avión, te han despedido o has tenido una negligencia médica y quieres reclamar. Sacas el móvil, buscas reclamador, descargas la app o vas a la web, creas una cuenta y planteas el caso. Fin.

Piensa este mismo proceso buscando un abogado “tradicional”: haces una pequeña búsqueda en google, envias un mail o directamente llamas, seguramente vas a tener que hacer una cita presencial, etc. La fricción es infinitamente inferior en el caso de una legaltech como reclamador, o parecidas, que en un despacho tradicional. Y, conforme el consumidor vaya descubriendo que esa alternativa existe, va a ser complicado que opte por ir al clásico abogado, porque la otra alternativa es muy práctica.

Esta situación afectará sobretodo al abogado unipersonal o a pequeños despachos, que son, para mi, los que tienen el mayor problema.

En estas predicciones, los despachos unipersonales son los que salen peor parados…

Efectivamente, según estos informes “apocalípticos” los abogados que tienden a desaparecer son los unipersonales o pequeños despachos que hagan tareas muy generalistas porque serán los que tengan que competir directamente con plataformas de legaltech como reclamador.

Además de este tipo de despachos, muchas tareas de administración también tienden a desaparecer ya que podrás gestionar una cita o una agenda con un chatbot. Ahora bien, también es verdad que van a surgir nuevas tareas, que resulten de aplicar tecnología al sector legal; personal que sepa de leyes, pero que también tenga cierto conocimiento de programación o tecnología.

¿Estamos preparados los abogados para esta “transformación”?

Hay un informe de PWC que dice que en principio la formación del abogado le garantiza a priori solventar mejor el tema de la automatización porque su formación se basa en una educación de nivel alto y eso debería dotarlos de herramientas para que esa adaptación o evolución fuese más sencilla. También es verdad que, llegados a este punto, entras en cuestiones propias del sector y de que haya abogados que no vean esa necesidad de transformación o cambio hasta que sea demasiado tarde. 

Yo, personalmente, soy muy optimista. Sí que es cierto que una parte del sector tenderá a desaparecer al tener que competir con herramientas que ahora mismo están naciendo, pero también es verdad que surgirán nuevas oportunidades a raíz de esta transformación y que necesitarán perfiles con ciertos conocimientos tecnológicos, pero también legales. Por tanto, lo lógico es que sean los abogados quienes descubran en la tecnología nuevas oportunidades.


legaltech - diario juridicoJorge Morell , licenciado en Derecho y especializado en Dº de Internet para la Empresa. Lleva 10 años prestando servicios legales en materia de Derecho Tecnológico.

Fundador de Términos y Condiciones, despacho especializado en Derecho de Nuevas Tecnologías. Ganador del premio a mejor blog jurídico en España durante 2014, entre otros. Su “Legal LAB” ha sido citado por el Legal Design LAB de la Universidad de Stanford.

Fundador también de Legaltechies, una de las primeras consultoras nacionales especializadas en el estudio e implementación de Legaltech. Legaltechies ha sido responsable del 1er mapa sobre la Legaltech española en 2016 y co-organizador del 1er congreso sobre Legaltech en España en 2017.

Entre otros, escribe y colabora en el blog sobre innovación legal de Abogacía Española.

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Fuente: Diario Jurídico